Este verano no tenía pensado leerme ningún libro, ya que suelo estar harta de ellos después del curso, pero un día una amiga mía bajó un libro a la playa, lo cual me sorprendió porque ¿quién tiene ganas de leer estando en la playa con sus amigos? Eso me hizo pensar que el libro estaría bien, así que se lo pedí y me lo leí.
Dicho libro se titula Crepúsculo, escrito por Stephenie Meyer y me enganchó muchísimo ya que trata sobre dos enamorados de diecisiete años, Edward y Bella, que luchan por sacar adelante su relación.
Bella, cuyos padres están divorciados y su madre casada por segunda vez, decide dejar de vivir con su madre y se traslada a vivir con su padre en Forks, un lugar oscuro y muy tristón. El primer día de instituto se encuentra con Edward Cullen y cae rendida a sus encantos a pesar de no haber hablado con él, pues éste junto con sus hermanos, son un tanto diferentes a los demás. Los hermanos Cullen, son increíblemente guapos. Incluso su voz suena atractiva, aunque pretendan lo contrario. Y Edward se enamora de Bella.
Durante el libro se encuentran con muchos peligros que casualmente los provocan ellos mismos simplemente por ser lo que son, es decir, Edward y su familia son vampiros (de ahí su gran belleza), pero no quieren ser unos monstruos y solo cazan animales para así convivir con los humanos pacíficamente. Pero eso no significa que no les guste la sangre humana y el protagonista se muere por beber la sangre de Bella, pero a la vez está perdidamente enamorado de la chica, así que al principio trata de alejarse de ella. Pero como el amor lo puede con todo, él no se resiste a estar con la joven. Edward todavía no sabe que ella siente lo mismo por él, peo un día de colegio, como goza del privilegio de poder leer mentes, escucha los pensamientos de Jessica (la mejor amiga de Bella) y se entera de que Bella siente lo mismo por él.
La pareja suele salir, y Edward se ve obligado a contarle el secreto de su familia a Bella, ya que ella es muy perceptiva y observadora, y sospecha que hay algo raro. Bella no se asusta, y se lo toma muy bien, lo cual le molesta a Edward, ya que piensa que su chica no se da cuenta del peligro que supone estar al lado de un vampiro, aunque éste esté locamente enamorado.
El joven vampiro vence su tentación de atacar a Bella y se jura a si mismo protegerla, ya que no se perdonaría nunca verla muerta y menos por su culpa, pero es consciente de que él y su familia no son los únicos de su especie y todavía quedan vampiros conocidos suyos que no se resisten a beber sangre humana, lo que supone un gran peligro para Bella al relacionarse con una familia de vampiros.
Si os gusta este libro sabed que sigue en, Luna nueva, y van a sacar el tercero, Eclipse, a finales de este mes de octubre.
Irune Gutierrez